Exacerbada:
Irritar
Sosiego: Quietud, tranquilidad
“La palabra mágica de la radio, es
creatividad”
BURTON, BILL
Partimos de ésta premisa para
iniciar un análisis sobre una posible
crisis creativa de la radio. Muchos
autores han expuesto ya, múltiples
diagnósticos sobre el estancamiento comunicativo de este medio. Todas, o casi
todas convergen en un sólo punto: La
radio actual ha hecho a un lado las fórmulas creativas.
La radio actual prioriza la información y se presentan los
contenidos de la forma más sencilla, económica y fácil posible. ¿Por qué? Mariano
Cebrían, en un artículo referente a este tema dice que, La radio
comercializa su programación y está sometida a una exacerbada competitividad.
La radio, por lo tanto,
universaliza su oferta para llegar al mayor número de oyentes y tiene que discriminar
a las minorías para dirigirse a las mayorías, como lo hace cualquier medio
comercial. Y esa, es la base de su programación, que exitosa o no, no
deja espacio para el sosiego creativo, ni para la reelaboración. En definitiva
se huye a la renovación.
En cualquier manual y en
casi todas las referencias bibliográficas sobre la radio, ésta se define como imaginación, ensueño, ilusión, cercanía.
La radio busca crear imágenes, estimular los sentidos, generar emociones. Nos
preguntamos entonces ¿la radio ha
perdido su naturaleza? Imposible, sin embargo como mencionamos líneas arriba no sólo la comercialización si
no también el día a día, la rapidez en la información que requiere, en
especial, este medio, obliga a la improvisación y éste se vuelve un medio de
información de actualidad que es presentada, siempre, bajo ésta misma fórmula.
En definitiva, los que
trabajan en este medio se sienten, quizá, obligados a dejar de lado la estética
de éste medio, que es la que potencia su dimensión creativa. Y en su dimensión
creativa es donde centramos éste análisis, en esa otra manera de trabajar la
radio, que se ha denominado: radio-arte,
que insiste en la radio como medio de expresión, cómo una nueva experiencia que
haga sentir al oyente. Sin embargo la
avalancha de la dimensión informativa parece haber devorado las posibilidades creativas del medio
radiofónico.
Entonces la radio atraviesa una crisis creativa, las principales razones, antes expuestas, son
aplicables también en el ámbito local. Y podemos cada uno, comprobarlo con
un simple ejercicio: encender la radio y escuchar.
Lamentablemente el
resultado de este ejercicio nos lleva a la conclusión de que la radio local es un eterno parlante, en el
mejor de los casos la dimensión informativa está presente, en el peor de los
casos en un parlante sin sentido, sin preparación, con opiniones sin
fundamento, palabras, palabras y más palabras. Melodía, tras melodía, en
formatos musicales, que además como lo menciona Cebrían, se sirven de discos
musicales como fuente de sus programaciones, sin reelaborar las formas de
transmitir, como un simple acto repetitivo y monótono.
Es verdad entonces que ¿la
radio es imaginación, ensueño, ilusión, cercanía? La radio puede ser lo que nosotros queramos, lo que la facultad de la
imaginación nos permita, lo que nos lleve a idear y producir un espacio
radiofónico con contenido original o seguir presentando la información
cotidiana pero bajo un formato novedoso, aprovechar realmente los recursos
sonoros. Es claro, que estamos muy alejados de eso.
Pocas de estas
características son las que encontramos en la radio actual. Sin analizamos los
contenidos, los géneros, el uso del lenguaje radiofónico, la combinación de sus
recursos, nos daremos cuenta que nada nos resulta ya novedoso, todo en la radio nos
resulta más bien familiar.
Las nuevas tecnologías
podrían favorecer al cambio, hablamos de aquellos productos radiofónicos que se
pueden ofrecer a través de internet, porque esto implica un nuevo oyente, un
nuevo usuario de este medio, con necesidades distintas, que definitivamente por
los productos tecnológicos ofrecidos en este medio, exigirá las mejores
condiciones sonoras y en espacios originales.
Puede que éste medio
pueda salvarse de la reiteración de los medios convencionales, volver y renovar
tal vez el olvidado género de ficción, los documentales, y las grandes producciones, que en la actualidad
sólo se recuerda para grandes concursos y premios internacionales.
Por lo tanto frente al
actual estancamiento creativo del medio radiofónico, más que nunca los
profesionales dedicados a la radio deben tener muy presente la importancia de
invertir ésta tendencia, que se sepa que algo se ha perdido, de modo que se
inicie un proceso importante para recuperarlo. Se demanda de profesionales
radiofónicos preparados, dispuestos a
renovar los formatos actuales, a incidir en el radio-arte. Los profesionales
encargados de educar a los que se
inician en este medio deben
también tener presente estos condicionamientos.
Finalmente, volvemos a la
premisa que inicio éste articulo, la radio es creatividad, no un mero
medio de difusión automatizada, no es un parlante momificado, no debemos
desperdiciar las múltiples formas de
manejar el lenguaje que nos permite éste medio, siendo frágiles y manipulables
ante el torbellino de información, del comercio, de la espontaneidad que va demoliendo este
interesante lenguaje y nos aleja cada vez más del disfrute estético y educador
de éste medio.